lunes, 28 de marzo de 2016

Caza Firmas

Caza Firmas es un juego sencillo, fácil de preparar y muy divertido, que siempre tiene mucho éxito. Se juega por la noche y requiere de un espacio amplio en el que poder esconderse y a la vez en el que poder correr sin necesidad de linternas. El único material del que es necesario disponer es de unos rotuladores lavables.

El juego consiste en que cada niño consiga el máximo número de firmas sin repetir, y estas se consiguen encontrando a los monitores que firman, los cuales pueden hallarse escondidos o corriendo por el recinto. Por otro lado están aquellos que tachan las firmas ya conseguidas, a los cuales hay que evitar. La dificultad estriba en que el chaval no sabe cuáles son los que tachan y cuáles los que firman, por lo que deben ir siempre con cuidado. Un monitor que firma que vaya corriendo por el campo puede ser un arma de doble filo, y puede generar miedo a acercarse por parte de los niños; y al revés también, un monitor escondido que tacha puede lograr que se le acerquen más para luego tacharles. La diversión del juego dependerá, por tanto, de la capacidad de los monitores para adaptarse a cada situación, así como de que los jugadores no puedan adivinar si uno es el que tacha o firma.

Tradicionalmente se firma en los brazos con unos rotuladores lavables, evitando los permanentes ya que después van todos los chavales con los brazos pintados y no pueden lavárselos. Cuántas más personas firmen mejor, ya que así habrá más firmas diferentes y el juego será más largo y divertido. Siempre hay que tener en cuenta la proporción entre los que firman y los que tachan, de modo que por cada 5 que firmen, 3 tachen. De todas formas es algo que se deja a la libre elección y dependerá de muchos condicionantes como el número de chavales y monitores, el tamaño del lugar en el que se juega, así como los factores físicos del mismo. Los firmadores llevan rotuladores de colores, que no deben ser muy claros para que se puedan ver en la oscuridad, ya que es muy común que ocurra que se firme encima de anteriores firmas. Los tachadores en cambio llevan rotuladores negros u oscuros y deben hacer una ‘x’ sobre la firma conseguida, no emborronar todo el brazo al pobre chaval. En el caso de que no tengan firmas, no se tacha nada y se deja ir.

Para facilitar el recuento de firmas, los monitores que vayan a firmar deberían escribir en un papel las firmas que van a utilizar, para que no se repitan o se parezcan. Éstas deben ser simples, sencillas y rápidas de realizar, de forma que no se estén largos tiempos realizando una misma firma, pues podría paralizar el juego del niño en cuestión. Un ejemplo es el siguiente:

Una de las ventajas del Caza Firmas es que el tiempo del juego es totalmente a elección, ya que se puede detener cuando sea necesario; y se pueden hacer varias rondas: primero en un brazo y después en el otro.


Existe una modalidad en la que todos los monitores firman y tachan mientras otro da silbatazos, de manera que con un pitido todos firman y con dos pitidos todos tachan. Nosotros llamamos Elefantes y Olifantes a esta variante del juego. Para que esta modalidad funcione y sea divertida, cuando se firma, es decir cuando se es Elefante, hay que acercarse con sigilo y sin hacer ruido, así como en grupos reducidos para que no escapen. Así tiene un poco de dificultad, ya que todos los chavales son conscientes en todo momento de cuando se firma y cuando se tacha. Los Olifantes por su parte, es decir, en el momento en que se tacha, deben ir a lo bestia, corriendo y persiguiendo a todos. De esta manera cuando se pite una sola vez deberá haber silencio, y los monitores deberán esconderse tranquilamente, mientras que cuando se pite dos veces han de gritar, correr y perseguir para darle cierta gracia al juego. 

1 comentario:

  1. Gracias por el aporte. Este juego les encanta a los niños en los campamentos de verano.

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